Leonor tenía una casa que siempre había cuidado mucho. Sus hijos habían crecido en ella, por lo que tenía un lugar muy especial en su corazón. Cuando finalmente se mudó a otro domicilio, se decidió a rentar su bello hogar. Eso le daría un ingreso adicional y además dejaría que otra familia pudiera disfrutar de esa casa a la que tanto cariño le tenía.
Un buen día llegó un inquilino que parecía muy formal y Leonor encantada de la vida le rentó su casa. Todo iba bien hasta que pasados algunos meses el cliente comenzó a actuar de forma muy extraña, primero atrasándose en la fecha de pago de rentas y finalmente negándose a pagar definitivamente. Ni llamadas ni visitas eran bien recibidas. Leonor, con todo el dolor de su corazón, decidió asesorarse legalmente para que se aplicaran las cláusulas del contrato. Cuál fue su sorpresa al saber que efectivamente podría recuperar su propiedad, pero que sería un proceso de varios meses y un elevado costo, pero que además al final del mismo lo más probable es que no recuperara las rentas perdidas. Lo que parecía ser una forma sencilla y libre de estrés para que recibiera un ingreso más, se había convertido en una auténtica pesadilla. Tristemente, Leonor no es la única persona a la que eso le puede pasar. No todos los inquilinos se comportarán como en su caso, pero no hay realmente una forma 100% certera de saber cómo se darán las cosas cuando rentas tu casa. Por ello, te diré las herramientas que tienes para protegerte y evitarte todo este disgusto, con la fuga de fondos que además conlleva. Ser precavido nunca está de más, especialmente cuando se trata del patrimonio por el que tanto has trabajado. 1) Investigación En primer lugar, una investigación del historial de los futuros inquilinos te permite descartar prospectos que ya tuvieran un historial legal negativo. Usar un agente inmobiliario de Rednorte para que realice el proceso de tu renta es una excelente opción, ya que parte del servicio que brindamos incluye la investigación legal completa del potencial arrendatario, junto con una verificación de sus referencias.
2) Solicita a tu inquilino un respaldo El respaldo más común, que se incluye incluso en los contratos de arrendamiento, es que el inquilino provea una persona que firme como su aval o fiador, siendo esta persona también responsable del pago de las rentas si el inquilino incumpliera. Usualmente se pide también que esa persona tenga una propiedad a su nombre, que se podría llegar a gravar si esa persona tampoco se hiciera responsable del pago. Toma en cuenta que aunque es un elemento que definitivamente aumenta tu seguridad, el proceso para que ese aval se vea obligado a pagar incluso se llegue a poner un gravamen en su inmueble es igualmente largo y los gastos legales del mismo son elevados.
3) Garantía jurídica Quizás tu mejor herramienta será este innovador instrumento que es esencialmente una especie de seguro en el que un bufete jurídico se hará cargo del procedimiento legal en caso de incumplirse el contrato, siendo ya incluidos los costos legales de ese proceso en el costo de ese instrumento (que suele ser una fracción del precio de la renta y en todo caso mucho menor al costo que tendrían sus honorarios si los contrataras de otra forma). Además de la tranquilidad de ya tener abogados que realizarán las gestiones para que recuperes tu casa, sin ningún costo adicional para ti, ellos se encargan de que el contrato de arrendamiento que utilices te proteja al máximo nivel y que de esa forma el proceso pueda ser mucho más ágil de lo que sería en otra situación.
En Rednorte trabajamos con el mejor servicio de garantías jurídicas del país, Ávalo, por lo que si deseas más informacion de sus servicios, podrás ver detalles en este link.
Nuestra amiga Leonor, en su caso, tuvo la fortuna de escuchar de Ávalo y sus garantías jurídicas de unos amigos suyos que habían contratado ese servicio. Desde esa fecha siempre se asegura de contar con una garantía jurídica con cada nuevo inquilino que renta su propiedad y se ha evitado de volver a tener una experiencia negativa.